Un facilitador es, en un sentido general, alguien que, a través de sus conocimientos y experiencia, ayuda, dirige un proceso hacia un objetivo y lo “hace más fácil” y efectivo. Etimológicamente el término se conecta con el propósito o la idea de “hacer que las cosas funcionen”.
En lo formal, ser un facilitador certificado de LEGO® SERIOUS PLAY®, obviamente implica haber atravesado por el proceso de formación que la Asociación de Master Trainers tiene previsto a ese fin. Pero más allá de eso, hay algunos puntos o aspectos vinculados al alcance, a las responsabilidades y los límites del rol, sobre los que vale la pena reflexionar.
CONSCIENCIA DEL PROPIO PODER. En mi opinión, ser Facilitador de LSP es, ante todo, ser consciente de que se tiene en las manos una herramienta muy poderosa que debe ser manejada responsablemente y con un profundo sentido ético. A través de esa herramienta, podemos ayudar de múltiples maneras a otras personas, pero también causar involuntariamente algún daño si no la usamos apropiadamente.
EQUILIBRIO ENTRE EL MÉTODO y LAS PERSONAS. Más allá de las lógicas y saludables diferencias de estilo, ser facilitador de LSP implica ser estricto en el manejo de los aspectos técnicos, pero al mismo tiempo flexible en el manejo de variables interpersonales y de relación. Trabajamos con personas y, por lo tanto, es fundamental mantener un equilibrio entre la rigurosidad metodológica y el cuidado de esas personas.
ACTITUD AUTOCRÍTICA. Formularnos preguntas y cuestionar constructivamente lo que hacemos y cómo lo hacemos, es fundamental. Mantener la curiosidad y los deseos de aprender y someternos al ejercicio – poco frecuente pero necesario – de mirarnos al espejo son condiciones que deberían formar parte habitual de la labor del facilitador.
HUMILDAD y REALISMO. Ser facilitador de LEGO® SERIOUS PLAY® es también tener una actitud humilde y realista. Es no creerse nunca el protagonista central en un proceso en el que solo somos un eslabón importante. Es no caer en posturas megalomaníacas o en la alucinación de que estamos cambiando el mundo. En sentido estricto, ni siquiera cambiamos a las personas. La puerta del cambio, ya se sabe, se abre solo desde adentro, desde la propia necesidad o deseo de las personas. Nuestro lugar es mucho más modesto, aunque no por eso menos importante. Consiste en generar las condiciones para que las personas reflexionen, descubran cosas de sí mismos y de los demás, aprendan, y cambien su visión de un tema, su actitud ante un problema y su repertorio de respuestas ante una situación. Goethe decía “ lo mejor que puedes hacer por los demás no es enseñarles tus riquezas, sino hacerles ver la suya propia”
Hay una metáfora que quizá puede ayudarnos a sintetizar todas estas ideas: un buen jardinero sabe que él no hace que las plantas crezcan. No une las raíces, pega las hojas ni pinta los pétalos. Las plantas crecen solas. Su trabajo es apenas el de crear las mejores condiciones para que eso pase.
Si tenemos esa humildad y esa dosis de realismo estaremos, como facilitadores de LEGO® SERIOUS PLAY®, en mejores condiciones de ayudar efectivamente a las personas, a los equipos y a las organizaciones que demandan nuestros servicios.